Life as it is... or not...

Esta lloviendo. Huele a bosque. Huele a limpio. Cosa rara en la ciudad más grande del mundo. Entra un poco de agua pero no me atrevo a cerrar la ventana. La temperatura, la humedad, el olor, los truenos y las cobijas que casualmente hoy puse en mi cama... Todo coordinado para llevarme 25 años atrás. A mi infancia. A mi pueblo. Cerca de mis seres queridos. Ya me estoy quedando dormido. Pero vuelvo a abrir los ojos para sentir un ratito más.

Y me gustaría poder guardar lo que siento en esos momentos... Y usarlo poquito a poquito cuando se ofrezca...

nunca he batallado para perdonar… por naturaleza no guardo rencor… automáticamente busco entender y dejar pasar… de lo poco relativo a sentimientos que puedo controlar…

Como te puede cambiar el día una sonrisa en una cara nunca antes vista. Cuando se nota sincera.  Cuando es transparente.  Alguien desconocido que en ese momento está tranquilo, despreocupado… alegre. Se contagia.

Y la vida, siendo tan poquito en tiempo y espacio en relación al Universo, es lo único que tenemos... Resulta importante hacerla que importe... Hay que ser mejor, siempre para adelante, lo más rápido posible. Tener objetivos y prioridades claras... Hacerla un poquito significante mientras estamos aquí y tener además el objetivo de que sea al menos un poquito significante cuando ya no estemos. Así viviremos más, y aprovecharemos más este regalo.

La vida es una oportunidad de hacer bien las cosas. Si no lo hacemos bien a la primera, se pierde mucho. Claro que hay segundas y terceras oportunidades en la vida, pero ya no será lo mismo... El tiempo no vuelve y ese segundo intento después de un fracaso, pudo haber sido tiempo dedicado a realizar otra cosa. Es difícil entender esto cuando uno es muy joven, porque la vida parece infinita. Pero bueno, si ya lo entendimos no hay que perder más tiempo. También dejar de evitar el futuro, ya que eso también es evitar la primera oportunidad.