Cuando hay que llevar a cabo tareas que cualquiera pudiera hacer, resulta aburrido y poco satisfactorio llevarlas acabo. Se corre el riesgo de caer en la mediocridad y volverse uno flojo. Hacer éste tipo de tareas mejor que los demás no resulta atractivo. En cambio, cuando lo que hay adelante es un reto, es difícil, e implica además de ingenio, arduo trabajo… Entonces sí. Háganse a un lado. Ahí les voy. Es necesario vivir con retos. Te hace mejor persona en todo sentido. Si no hay, más vale que los inventes.