La felicidad en pedacitos...
Tengo claros cuales son los aspectos claves de la vida. Mi religión me los enseñó. No los cuestiono y me hacen sentido. Además concuerdan con otras ideologías y corrientes.
Me queda claro que hay que trabajar con ciertas prioridades y en varias cosas si se quiere lograr un equilibrio y por lo tanto la felicidad.
El detalle es que no sé si soy complicado de más o así me tocó, pero siento que la felicidad a mí me ha tocado en pedacitos en distintas áreas geográficas. Toda la vida.
No me puedo resistir a ciertas experiencias, que implican poner en riesgo o sacrificar ciertas otras.
Me queda claro que jamás hubiera podido vivir una vida "normal", como la de la mayoría de la gente que conozco. Me llega a preocupar el hecho de que tal vez nunca pueda.
Pero aún ahorita, lo nuevo y la aventura son tentaciones que no me dejan en paz. Y siempre están.
Sería perfecto poder combinarlo con estabilidad en otros aspectos claves de la vida. Pero no se puede o aún no sé cómo.
Algo hay que sacrificar. Y muchas veces la razón no da argumentos suficientes para tomar las decisiones que te llevarían hacia la "normalidad"...
El resultado es que lo que se sacrifica no es precisamente lo arriesgado. Cada vez se vuelve más difícil en unos aspectos, e imposible en otros, compensar el resultado y los resultados acumulados. Estresa, frustra, desgasta, molesta... Pero tal vez no lo suficiente...
La vida no está diseñada, hasta ahora, para que los pedacitos que me importan sean compatibles.
Tal vez habrá que aprender a ceder...
Me queda claro que hay que trabajar con ciertas prioridades y en varias cosas si se quiere lograr un equilibrio y por lo tanto la felicidad.
El detalle es que no sé si soy complicado de más o así me tocó, pero siento que la felicidad a mí me ha tocado en pedacitos en distintas áreas geográficas. Toda la vida.
No me puedo resistir a ciertas experiencias, que implican poner en riesgo o sacrificar ciertas otras.
Me queda claro que jamás hubiera podido vivir una vida "normal", como la de la mayoría de la gente que conozco. Me llega a preocupar el hecho de que tal vez nunca pueda.
Pero aún ahorita, lo nuevo y la aventura son tentaciones que no me dejan en paz. Y siempre están.
Sería perfecto poder combinarlo con estabilidad en otros aspectos claves de la vida. Pero no se puede o aún no sé cómo.
Algo hay que sacrificar. Y muchas veces la razón no da argumentos suficientes para tomar las decisiones que te llevarían hacia la "normalidad"...
El resultado es que lo que se sacrifica no es precisamente lo arriesgado. Cada vez se vuelve más difícil en unos aspectos, e imposible en otros, compensar el resultado y los resultados acumulados. Estresa, frustra, desgasta, molesta... Pero tal vez no lo suficiente...
La vida no está diseñada, hasta ahora, para que los pedacitos que me importan sean compatibles.
Tal vez habrá que aprender a ceder...
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